RINOPLASTIA

La recuperación después de una rinoplastia se puede dividir en dos partes: las primeras 24 horas y los diez días que siguen.

Durante las primeras 24 horas el paciente se encuentra hospitalizado o en su casa con unos tapones especiales que ayudan a controlar la inflamación tanto de la nariz como del septum. En este lapso de tiempo el paciente tiene que respirar por la boca, aunque suene molesto, en realidad el paciente se acostumbra fácilmente. Una vez que se retiren los tapones, es tarea del paciente mantener las fosas nasales limpias con spray de agua de mar y con un ungüento especial para que no se vayan formando costras internas. En estos diez días el paciente tiene una férula que protege la nariz. Terminando los diez días se retira la férula y se valora la inflamación de la nariz. Es posible volver a poner una férula por otros 5 días o colocar parches especiales para contener la inflamación. Es recomendable no hacer ejercicio físico durante las primeras 5 semanas después de la cirugía y procurar no estar en lugar con mucha gente porque cualquier golpe, incluso leve, puede comprometer el resultado.